Fuentes
Mares y Jesús Ramírez en el Paraninfo
El
viernes 24 y el sábado 25 de agosto a las 7 de la tarde en el Paraninfo subirá
a escena la obra Su Alteza Serenísima,
de José Fuentes Mares, dirigida por Jesús Ramírez.
La
compañía Foro del Arte con todo su elenco se presentará en esas dos funciones,
mediante boletos distribuidos en forma gratuita, en el marco del Programa UACH
2018 Año de Fuentes Mares.
Los
boletos se entregan en estas dos partes:
—Dirección
de Extensión y Difusión Cultural (Campus uno, Calle Universidad, entre División
del Norte y Pascual Orozco).
—Quinta
Gameros (Paseo Bolivar y calle Cuarta, zona centro).
Reparto:
Director
Jesús José Ramírez Mendoza
Autor José
Fuentes Mares
Lola Tosta de
Santa Anna Holda
Ramírez
Petra Semi Ugalde Ramírez
El ayudante
Jiménez Oswaldo
Ronquillo
Antonio López
de Santa Anna
Jesús Ramírez
Mr. William H. Seward Azgard
Ramírez
Ministro 1 Carlos Bahena
Ministro 2 René Urías
Ministro 3 Miguel Ángel Durán
Escenografía Holda Ramírez
Vestuario Foro del Arte.
Iluminación Holda Ramírez.
Musicalización y sonido Arturo Ochoa y Pablo Herrera
Producción
Universidad Autónoma de Chihuahua Dirección de Extensión y
Difusión Cultural
Esta pieza teatral fue estrenada hace cincuenta años
(1969) por el Grupo Teatral Tierra Nueva bajo la dirección de Fernando Saavedra
en este mismo recinto cultural de la máxima casa de estudios, el Paraninfo
Universitario de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Sube a escena nuevamente
como parte del programa conmemorativo por el centenario del natalicio del
ilustre chihuahuense.
En esta pieza dramática el autor Fuentes Mares, nos
muestra al general Santa Anna durante uno de sus exilios una mañana del mes de
enero de 1866, en la Isla de Santo Tomás, donde da rienda suelta a su egolatría
y ansias de poder patológicas, dictando sus memorias en las que se describe a
sí mismo como un héroe de mil batallas, como un ser inmortal, como el
presidente de México, aún en el exilio, llegando a declarar: “La historia de
México es la historia de mi nombre”.
Todo ello es solapado por su esposa doña Dolores Tosta
y apoyado por su incondicional y lambiscón secretario Jiménez, solo criticados
por la objetiva sirvienta Petra.
En el segundo acto llega a entrevistarse con Santa
Anna el secretario de Estado de los Estados Unidos: Mr William H. Seward, quien
le ofrece el apoyo de su país para derrocar al emperador Maximiliano y llevarlo
nuevamente a la presidencia de México e imponer la democracia, como lo dicta su
Doctrina Monroe, que consigna esto: cualquier intervención europea en un país
latinoamericano mal administrado podría justificar una intervención de EE.UU.
Esto aviva las ansias de poder de Santa Anna viéndose
ya como emperador y dictador perpetuo, aun cuando se autonombra padre de la
República. Hay una escena en la que reúne a sus ministros, tres pueblerinos que
Jiménez contrata en la plaza, para pedirles que lo apoyen con su voto para usar
gran cantidad de dinero para su entrada triunfal a la capital mexicana.
Les larga un demagogo discurso y los ministros cumplen
con la labor que Jiménez les ha encomendado, es decir: “Si, señor presidente” para
todo lo que les es preguntado.
Finalmente, y después de imaginarse todopoderoso
sentado eternamente en la silla presidencial de México, viene su triste
realidad: el asma, la úlcera, la vejez y otros achaques, hacen ver a Su Alteza
Serenísima, como un triste guiñapo.
(Información y texto: Martín Hernández Molina).